sábado, 17 de julio de 2010

Agricultores del mar

  -"He de buscar tajo en tierra, de hoy no pasa." Mascullando, el padre se levanta de madrugada sin ruido para no despertar a su siempre tan preocupada esposa y a su hijito, orgullo y fruto del amor de ellos dos. Tarea imposible. Ella, curtida en tantas y tantas horas de angustiada espera acechando el regreso del hombre que le ha conquistado el corazón, acostumbra a dormir en alerta. Se da la vuelta y con una débil voz tras su enmarañada melena color azabache le dice : Ahora mismo te hago el desayuno, cariño.
-"No te preocupes, ya tomaré algo a la vuelta, tu descansa." Le contesta él, acariciándole su leonina cabellera.
La vuelta : inmenso y tan incierto incentivo en el mundo que les ha tocado vivir. Solo la vuelta en sí es el trofeo a todos sus esfuerzos, pero por desgracia, con eso solo no es suficiente para sacar a delante a su pequeña familia. También la dicha entra en aquel ingrato juego. Esperemos que el tiempo acompañe.Se traeran capturas? Serán demasiadas y el precio en la lonja se derrumbará por los suelos? Cuantas dudas, cuantas incertidumbres y el miedo, compañero inseparable de jornales.
-"Tengo que buscarme la vida por otro lado, ahora que estoy a tiempo."
Una última mirada a su pequeña gente, se gira en un esfuerzo supremo, con la mente fija en el desafío que se aproxima.













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