miércoles, 7 de diciembre de 2011

Pensamientos de última hora

Nuestra existencia suele estar ligada de una manera u otra a la fría tiranía de las cifras y los números. Miden nuestra vida con la edad, nuestra estatura tiene otro número al igual que nuestro peso. La jornada diaria dividida en cuadrículas temporales de segundos, minutos y horas nos marcan las pautas de nuestras vidas. Todo ello me hace recordar de alguna manera al mundo digital de Matrix. Todo se convierte en valores numéricos que condicionan nuestros actos : haremos una cosa u otra en función de su valor de tiempo, dinero, tamaño etc...Dentro de la variedad de contadores de los que unos suman y otros restan, existe un pequeño espacio en el que nuestra esencia humana sale rabiosamente a flote. Ese momento es el paso previo de un número decimal a uno entero, en resumidas cuentas, el último instante.
  De percatarnos de él, nuestra mente despierta de golpe y se percata del significado de ese preciso momento. Cada persona reacciona de una manera diferente. A unos les asaltan las dudas (muchas veces infundadas) y temores. A otros su mente hace que su mente se traslade a momentos pasados dentro de los recuerdos (dígase en el cambio de decada a la hora de cumplir años) y de repente nos sentimos vulnerables y todo lo que nos rodea tiende a superarnos y a convertirse en insalvables barreras.
  Quien no recuerda los segundos previos al desenfundar de dos pistoleros citados en la plaza del pueblo a las 12 en punto en las películas del oeste?Segundos tensos, eternos, densos. Cómo podríamos olvidar el momento previo en el que el asesino en serie se abalanza sobre la protagonista? Todavía retumba en mi cabeza la narración de un pro del ciclismo que contaba la falta de aliento y la asfixia experimentada en el último kilómetro de etapa tras una escapada en solitario de kilómetros al percatarse de su proeza.
 Todas estas cosas pasaban por mi cabeza en el día de hoy al percatarme del cambio numérico en el marcador de mi bicicleta. Como siempre y para todas las numeraciones habidas y por haber, mi reacción se basó en el esbozo de una sonrisa y seguir pedaleando.

2 comentarios:

  1. Seguro que en algunas ocasiones ese contador echa humo. Blue

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  2. La sonrisa será algo más que un esbozo cuando veas en el cateye el 6969.69. Jajaja.

    Saludos, Charly.

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