Btt por las Foces del río Aller

  Pude disfrutar este sábado de una estupenda salida en la que se reunieron todos los ingredientes para una salida idílica si no fuera por el comienzo en ayunas por mi parte de la excursión debido a un malentendido sobre el momento de la primera y mas importante comida del día que no ha podido realizarse y que condicionó las prestaciones de mi motor en las ramponas de mitad del trayecto.

Repostando energías y combustible

Estupendo el día. precioso el trayecto, increíble la compañía, impresionante el paisaje todo ello trazado y diseñado por nuestro orientador oficial Javi en otro alarde de buen hacer. Para ponerle la guinda a tal memorable día, en el collado de Canielles a 1500 mts de altura, empapados en sudor y el corazón a tope, a medida que nos híbamos acercando a una fuente a repostar agua para la última parte del trayecto, una voz amable femenina  nos saludaba desde una diminuta casita rehabilitada  ofreciendonos un café. Nuestras mentes, concentradas en los prolegómenos de la incursión por aquellos montes no lo podían creer. Para nosotros aquello supuso un oasis inesperado en el camino. Eva, como estupenda anfitriona, nos preparó un café con leche con casadielles y chupito incluído en un abrir y cerrar de ojos.

Precioso pliegue orográfico

No podíamos dar crédito. La amena conversación giró en torno a su presencia de fin de semana en aquel lugar buscando un remanso de paz en la casita heredada de sus abuelos, de los rudos inviernos nevados, de la naturaleza que la envolvía y un sinfín de anecdotas que hicieron que nos olvidáramos por un momento de nuestro primordial objetivo : emprender la bajada hacia el valle por la deteriorada calzada romana hacia el río y nuestro punto de inicio y final de trayecto. Para los que os acerqueis por aquellos lares, sepais que en la cabaña de Eva sereis los bienvenidos.

Aproximándonos a la cabaña de Eva

La cabaña de Eva

Salida hacia el valle

Culminando el trayecto por el margen del río